Primero y para las personas nuevas acá y que no sepan de que va esto, y que piensen que se trata de amarrar a la persona para que sufra o ser Sao o cosas por el estilo, algunas aclaraciones importantes:
Comencé a practicar Shibari hace casi dos años (desde 2019), aunque hago BDSM desde hace unos 7 (desde 2014). Encontré el Shibari buscando fotos de Bondage, cuerdas y demás, y fue cuando me encontré con el mundo de las suspensiones, me llamó profundamente la atención la estética y su aplicación a la fotografía. Así que comencé a aprender, para sorpresa de nadie también me gustó mucho “la otra parte”, que nada tiene que ver con lo sexual, que está mas ligada con la relajación, incluso la meditación y el dejarse llevar.
El Shibari es el arte de las ataduras corporales para relajación, meditación, placer erótico y estético. No confundir con Bondage que se refiere a restricciones corporales para placer sexual, usando cuerdas, correas, cinta, latex, etc. El Shibari solo usa cuerdas de fibra natural, y si bien se puede aplicar a todo lo sexual, también tiene este otro aspecto completamente diferente relacionado con la relajación; igual se pueden mezclar todos los aspectos, depende siempre de lo que que se haya acordado con la persona con quien vas a hacer la sesión.
La Sesión de Fotos
Conocí a Roquito por Instagram, me envió un mensaje a propósito de unas fotos que hice con Eva, una amiga suya, me dijo: “Lo que transmitís con tus fotos es hermoso, ojalá llegue a todos lados esa idea de ser libres y auténticos 💘 quería decírtelo , gracias por llenar el mundo de esas cosas lindas“. Como es usual con gente que me escribe cosas así, me sentí agradecido por que viera justamente aquello que me gusta mostrar, así que la invité a hacer fotos, y siempre que sucede surgen cosas mas interesantes.
Le envié algunos ejemplos de fotos que ya había hecho y le pregunté que se sentiría cómoda haciendo: Desnudos ? Shibari ? Danza ? o simplemente comenzar por retrato y dejar el resto para después. Es algo que hago siempre en las sesiones de colaboración, envío ejemplos de todo lo que me interesa y lo que he hecho o pretendo hacer, y pregunto con que se sentiría cómoda. Ya con eso podemos planificar mas o menos la sesión. A Roquito le gusta disfrutar, vivir y experimentar, así que accedió a todas las fotos.
Lo usual es comenzar con fotos de retrato, luego ir avanzando hacia el desnudo completo y aprovechando cada etapa para hacer fotos, así se cuenta con mas material, la comodidad va creciendo progresivamente, algo fundamental.
Llegamos a las fotos de Shibari, haciendo un anudado simple de “conejito”, y algunos otros.
Luego hicimos algunas mas sensuales en el piso, aprovechando todo el despliegue sensual de Roquito.
La Sesión de Shibari
Que nadie te diga lo contrario, el Shibari se puede hacer con ropa, con lencería, al desnudo, con pijama, o con lo que sea, no es necesario que ninguna persona esté al desnudo para hacerlo. Hasta cierto punto se podría decir que sin ropa se “siente más”, porque la cuerda toca directamente la piel, y hasta cierto punto esto es cierto, pero la intensidad, lo que se llega a lograr en nada depende de la ropa que se esté usando.
Ahora, habiendo dicho esto, el hecho de hacerlo al desnudo implica una confianza mayor de la persona que esta siendo atada, y la confianza es algo fundamental en una sesión de Shibari. Si no hubiera confianza, Roquito (o quien sea a quien este atando) estaría preocupada, pensando en si le voy a hacer algo o no, no se podría relajar y toda la sesión no tendría sentido. Yo también deposito mi confianza en ella, en que me diga realmente la verdad cuando le pregunto si tiene una lesión, para saber donde no puedo atarla o que cuidados tengo que tener, confío en que me diga en cualquier momento si se siente incómoda, si algo le molesta, si se siente mal o cualquier otra cosa que desee manifestarme.
Teniendo eso, cualquier cosa es posible. Así que bien, puse música suave, relajada y comenzamos la sesión.
El Inicio
El inicio siempre es pausado, con Roquito arrodillada dándome la espalda, sintiendo despacio el roce de las cuerdas en la piel, haciendo que respire profundo, que libere tensiones y que relaje el cuerpo completamente, moviendo de a poco su cuerpo con las mismas cuerdas, haciendo que se deje llevar y se libere de todo.
Moviendo despacio la cuerda y atando el cuerpo de a poco, las muñecas, los brazos frente al cuerpo, variando la cercanía de mi cuero y el de ella. Mientras la música sigue sonando pausada en el fondo. Hay ligeras variaciones de presión, de movimiento e intensidad. Como todo, no siempre se puede usar el mismo ritmo, hay que variar y sorprender.
A medida que vamos avanzando, el contacto es mayor, y las ataduras son mas “complejas”, la confianza es crece y el cuerpo se entrega cada vez más.
Aumento de intensidad
Una vez que he movido el cuerpo y ya esta recostada, tengo mas “control”, hay más facilidad para moverla, y hacer amarres diversos en piernas, cadera, y “uniendo” diferentes partes del cuerpo entre si.
Todo este roce, todo este acto de “tocar el cuerpo” de alguien sin usar las manos directamente crea diversas sensaciones, la presión de la cuerda hace que la piel se vuelva mas sensible, el roce constante hace que “estés en el momento” en todo segundo y te liberaras de una forma que es bastante difícil de lograr de otra manera. Es una entrega casi absoluta a la experiencia.
El orgasmo
Seguro tod@s (salvo algunos tipos de excepciones) hemos sentido ese momento en que se comienza a gestar un orgasmo, y como es particularmente intenso cuando demora en llegar, pero lo sientes crecer dentro de ti, lo “ves venir a lo lejos”, y en vez de apurar su llegada disfrutas del proceso, se todo lo que el cuerpo siente mientras “se acerca”. Esto es algo similar, todo tiene un ritmo especial, no es algo que se haga apurado o bruscamente, pero tiene esa extraña mezcla de suavidad y firmeza, de momentos extremadamente lentos y pausados con algunos mas rápidos e intensos, esa mezcla, esa dedicación de ambas personas crea una conexión muy especial, por un breve instante, aunque sean dos “desconocid@s”.
Las cuerdas comienzas a rozar las piernas, los muslos, los pies, la cadera, cintura, el interior de las piernas, y es imposible controlar esa sensación de placer, de rendirse a sentir muchas cosas a la vez, al mismo tiempo, todas juntas, algunas nuevas, otras conocidas, algunas que no sabes lo que son pero que están ahí.
Eso no se experimenta solo “una vez” la sesión es variada, el cuerpo cambia de posición constantemente y hay amarres que van cambiando, variando para lograr diferentes sensaciones. Se llega a cierta posición, se desatan algunas cosas, se cambia el cuerpo y se comienza “otra vez”, con el cuerpo mas sensible, con la piel mas suave, con un orgasmo ya sentido esperando por el siguiente.
Es un momento que se prolonga, no es algo que llegue y se va, pero es sostenido, va creciendo y cambiando junto con lo que se va haciendo. Es algo que (a riesgo de torturar el cliché) debe ser vivido para poder ser comprendido completamente.
El desarme no es el fin
Después de un buen rato, comencé a “desarmar” todos los anudados que había hecho, esto produce otro efecto muy especial, el cuerpo en este momento está especialmente sensible, después de los estímulos constantes del roce con las cuerdas, la presión, los ligeros toques de mis manos y en este caso los orgasmos previos. Al comenzar a desatar, el cuerpo se va liberando de a poco, se va “soltando”, y por supuesto la cuerda sigue tocando el cuerpo a medida que las voy sacando, pero esta vez mucho mas pausado que al inicio (o al menos así lo hago yo) aprovechando toda esa hipersensibilidad de la piel.
La sesión no termina cuando “se termina de atar”, ni siquiera termina cuando se sacan todas las cuerdas.
Un momento especial
Al completar el desarme el cuerpo queda con una serie de sensaciones, todas juntas, algunas nuevas, todas mezcladas, la relajación, algo de excitación en este caso, la sensación de tener las cuerdas aún en la piel, una liberación. Recosté a Roquito para que pudiera disfrutar de todo eso, que se “quedara así” durante algún momento. Es un momento que agradezco profundamente porque es la “culminación” de todo lo que hicimos durante los últimos 40 o 50 minutos (lo que dura usualmente la sesión que hago).
Confianza
Es imposible hacer esto sin confianza. Es imposible hacer muchas cosas sin confianza, si vamos al caso. A veces pensamos que para confiar en alguien deben pasar años, o se deben tener experiencias particulares, eso tal vez es cierto para algunas cosas. Pero la confianza la mayoría de las veces es mas “simple” de lo que parece, y no toma mucho crearla, a veces simplemente basta con no ser idiota… ser honesto con lo que se dice, con tus intenciones y que aquello que hagas tenga concordancia con lo que estás diciendo y pensando, y eso se nota inmediatamente. Piensa en todas las veces que has confiando en alguien, ¿por qué lo hiciste? No hay mucho misterio. Con Roquito era primera vez que nos veíamos, y estoy profundamente agradecido de todo lo que vivimos, más agradecido estoy de lo que ella experimentó después:
Muchas Gracias
Desde que comencé a hacer Shibari y desde que comencé realmente a hacer fotografía, he conocido gente maravillosa, vivido experiencias inolvidables y con mucho agradecimiento veo como esas experiencias le han cambiado la vida a algunas personas, la mía ciertamente es diametralmente opuesta a como era antes, y pretendo seguir generando instancias como estás, de experimentación, de nuevas formas de sentir y de mostrar todo lo que mas pueda de que hay mas maneras de vivir la vida, de experimentar sensaciones que pensamos que solo están reservadas para ciertos aspectos, pero lo cierto es que todo esta interconectado, todo está mezclado y de todo se pueden sacar sensaciones profundas.
Si realmente les interesa pueden ver todo el video y las fotos de la sesión en patreon.com/dercein
También es una forma de apoyar lo que estoy haciendo.
