Uno de los peligros mas comunes al ingresar en el mundo del BDSM (aunque también el del Shibari) es encontrarse con personas que se quieren aprovechar del desconocimiento o inocencias de las demás, ya sea para abusar, satisfacer sus propios deseos, o simplemente por “hacer daño”. Mayormente (aunque no necesariamente) suelen ser hombres que desean utilizar el BDSM como una forma de aprovecharse de chicas que están comenzando o tienen curiosidad, y como ellas justamente están comenzando, son propensas a caer en una situación incómoda, o en el peor de los casos, peligrosa.
De ahí que el nombre que se les suele dar a estas personas (al menos en estos lugares: Uruguay y Argentina) es el de Boludom.
Otra situación que también es usual es alguien que no necesariamente está actuando de mala Fe, pero asume ciertas cosas que le hacen incurrir en errores al momento de comunicarse a proponer prácticas, lo que puede desencadenar una serie de problemas.
Señales
Señales para detectar a una persona que puede estar actuando de mala fe
(Y digo puede porque es posible que este incurriendo en estos errores pero por que realmente no sabe y piense que el BDSM se maneja de esa manera, no porque quiera hacer daño, pero igualmente hay que tener cuidado”)
- Si te trata como un objeto sin saber tus preferencias
- Si te dice que solo él sabe lo que tu quieres y necesitas sin importar lo que tu digas
- Si no le interesan tus límites
- Si dice que no hay límites
- Si te habla actuando como tu dominante sin siquiera conocerte
- Si te obliga a hacer cosas que no quieres
- Si no se preocupa por ti ni por tu seguridad
- Si se enoja cuando le preguntas por sus referencias, limites o lista de consenso
- Si no le importas de manera personal
- Si no quiere hacer un consenso previo
- Si quiere cambiar la reglas de la sesión después de comenzarla (Ojo, en cualquier sesión se puede retirar el consenso en cualquier momento, pero NO se puede aumentar el consenso una vez comenzada la sesión)
Señales de que una persona tiene experiencia y es potencialmente confiable
(igualmente, una persona puede tener o aparentar todas estas características y aún así ser un potencial peligro)
- Si te pregunta por tus límites
- Si te pregunta por tus gusto personales
- Si se interesa de manera personal en ti
- Si te trata con respeto
- Si te envía alguna forma de formulario/lista o algo para que llenes con tus gustos, preferencias y límites.
- O en su defecto si tienen una buena conversación previa a la sesión contigo al respecto (aunque el formato escrito suele ser mejor en la mayoría de los casos para la lista de consenso, ya que queda el registro y se puede actualizar)
- Si o te insiste en hacerte algo si ya dijiste que no querías
- Si te habla sobre su experiencia, sobre lo que sabe y lo que no sabe
- Si te habla sobre sus limites
- Si no se molesta cuando les pides referencias o le haces preguntas sobre como hace BDSM o con quien ha hecho
- Si tiene referencias
Señales de una persona que está comenzando, pero no actúa de mala fe
- Si te dice que está comenzando y mas o menos que sabe
- Puede que no tenga referencias o las personas con quienes ha sesionado no se animen a compartir sus experiencias
- Puede que haya cosas que no sepa pero quiere aprender y te debería decir lo que no sabe
- Puede que comenta algún error (por supuesto eso no es exclusivo de las personas que están comenzado, quienes llevan años en el BDSM o el Shibari, pueden por supuesto cometer errores, pero tal vez la frecuencia sea mayor, o sea mas notorio)
- Aunque haya “errores” en el aspecto del BDSM, debería conducirse con respeto hacia tu persona, no obligarte a hacer lo que no quieres y preguntarte “constantemente” si estás cómod@ y bien
RIESGO
Recordar que el BDSM (y el Shibari) es una actividad de riesgo, y no hay forma 100% segura de hacerla, por lo que es tremendamente importante que cuando hagas con alguien (sobre todo desde el Rol de Sumi) estés con una persona (o personas) que sea de tu absoluta confianza, para que puedas estar en tranquilidad y dejarte llevar y disfrutar.
Las interacciones con otras personas, ya sea en la vida diaria como en el BDSM tampoco están exentas de riesgo, igual que ir a la casa de una persona extraña en la noche después de una salida, o juntarse con una persona extraña que se conoció en Tinder, podemos estar arriesgándonos un montón, y es usual que nuestro “instinto” nos diga si es una persona de fiar o no, si hay algo que “no te cierra”, o “te parece mal”, sea por la razón que sea, sal de ahí.