Mi primera sesión de desnudos

Hace unos 8 años atrás (2011), poco después de comprar mi primera cámara reflex: una Canon t3 con el lente 18-55 me decidí a hacer fotografía de desnudos. ¿por qué no? No tenía experiencia, nos sabía de iluminación, ni sabía de alguien que quisiera posar desnuda, pero era lo que quería. Yo solo quería experimentar con iluminación y hacer algunas fotos de desnudos, no estaba preparado para lo mucho que esa sesión me iba a cambiar y lo que iba a afectar las fotos que hago ahora, 8 años después.

El equipo

En esa época trabajaba ya en desarrollo de software, pero tampoco era que mi presupuesto fuera gigante, de hecho todo lo contrario, no me podía permitir ningún equipo fotográfico extravagante, así que como en muchas otras aristas de la vida, hubo que ir por lo mas barato.

Me decidí por usar telas de fondo negras, mate, para que no reflejaran la luz. Nunca recuerdo el nombre de la tela, pero si quieres usar para tus fotos, solo anda a una lugar donde vendan telas y pregunta por telas para fondo de fotografía, opaca o mate, y te sabrán ayudar. Ni hablar de comprar un soporte para las telas, asi que yo mismo junté algunas tablas viejas e improvisé un soporte para colgarlas.

Con respecto a la iluminación, me compré dos focos halógenos de 500watts en una ferretería, y a uno de ellos le conecté un dimer, para poder regular la intensidad de la luz, y así poder contar con una luz intensa para usar de principal, y la otra con el dimer, de luz de relleno, mas suave. Son luces incómodas con las cuales trabajar, se calientan mucho, producen calor, y hay que dejarlas «descansar» después de algunos minutos. Generan además colores amarillos en las fotos, así que hay que trabajar el Balance de Blancos después. Como sea, ya tenía el equipo «mínimo» para hacer las fotos, ahora me faltaba lo mas importante, alguien dispuesta a posar para mis fotos.

La proposición

Le hablé a una amiga con quien tenía mucha confianza, le envié algunas fotos que había encontrado en internet con ideas de lo que quería hacer (por supuesto no logré hacer nada remotamente cercano a lo que encontré en internet). Me sentí un poco desanimado cuando me dijo que no se atrevía, aunque no la culpaba, teníamos 20 y poco años en esa época y ella venía de una familia muy conservadora. Durante las próximas dos semanas me estrujé el cerebro pensando en quién más me podía ayudar y como sería una mejor manera de pedirlo, tal vez había sido muy directo, pero posteriormente aprendí que ser directo es las mejor manera, decir claramente cuales son tus intenciones y lo que buscas. Finalmente mi amiga lo pensé mejor y aceptó la propuesta sin que yo le volviera a preguntar nada después de la primera vez. Estaba decidida, quería hacer algo diferente. Esa actitud y ese miedo inicial fue lo que me hizo ver algo mucho mas profundo.

Las fotos

Nicole llegó a mi departamento, donde la estaba esperando con sushi y una buena conversación, que prolongamos como 2 horas, hablando de diferentes cosas, antes si quiera de hablar de fotos o prender alguna luz. Siempre la idea será que quien va a modelar esté lo más cómoda posible.

Comenzamos de a poco, era primera vez para ambos, y teníamos tiempo, así que no había porqué apurarnos. Hicimos alguna pruebas de luces, con la ropa que estaba usando, iluminando de diferentes lados, risas y algunas poses improvisadas.

Después pasamos a fotos de ropa interior, nuevamente, improvisando según como Nicole se sintiera cómoda. A pesar de que yo tenía algunas ideas y fotos de referencia, finalmente nos terminamos por olvidar de ellas y nos dejamos llevar por el instinto.

Las fotos de desnudo fueron todo una revelación y honestamente no estaba preparado para lo que iba a suceder.

La Magia

Al inicio Nicole estaba muy tímida, se notaba por el movimiento de sus manos, por la posición de su cuerpo y por su actitud en general. De a poco se comenzó a sotar, y era algo que podía ver a través del lente. Lamentablemente muchas de esas fotos las perdí en un disco duro antiguo, pero recuerdo lo que sentí exactamente como si estuviera ahí. Algo pasó en ese momento, hubo un segundo de liberación, un breve instante en donde algo cambió y si actitud fue otra por completo, era feliz, ella era completamente libre, desnuda. Fue una libertad que no había visto antes, era hermoso y sobre todo, había una pureza que no había encontrado en otro lugar, ni de otra forma.

Ella por supuesto también lo sintió, y me lo dijo, como fue despertando esa capacidad mientras hacíamos las fotos, como de a poco se comenzó a sentir en confianza y terminó por entregarse por completo a la experiencia.

Fue algo que me embriagó, el vivir algo así con otra persona, despertar esa libertad.

Todas las fotos de desnudos que he hecho desde ese momento, han buscando algo similar, encontrar una libertad que se no puede obtener de otra manera, tanto para mi, como las personas con quién hago fotos. Es la razón de porque hago fotos de desnudos con amigas, con conocidas, con gente a quienes mi instinto me dice que podríamos crear algo bello, en conjuntos. Nunca soy solo yo quien dice que hay que hacer, siempre me proponen otras cosas y estoy feliz de aceptarlas, explorarlas y fotografiarlas, ya que es ahí, donde se encuentra esa libertad, cuando mi modelo se olvida que está desnuda, se olvida de las luces y que le estoy sacando fotos, simplemente es ella, su cuerpo y su sentir, yo solo estoy ahí para tomar la foto y retratar ese momento único de su vida.

Si te gustó el contenido considera suscribirte al Patreon! y acceder a contenido exclusivo.